Ricky tenía dueño, pero falleció. Sus familiares no podían hacerse cargo de él y se ocupú una señola mayor con un hijo enfermo. Al no poderlo sacar a la calle, ha vivido en una azotea con muy poco contacto humano.

Al principio se mostraba muy miedoso, no se fiaba, pero tras solo una semana con nosotros ya está diferente, solo quiere jugar con la pelota, que se la tiren para ir a por ella.

Información básica
  • Sexo: macho
  • Edad: septiembre 2015
  • Tamaño: mediano