Galo acudía cada noche a la puerta de la casa de una mujer para pedir comida. Cada vez estaba más deteriorado, no parecía saber buscarse la vida en la calle, y un día apareció con la pata herida y cojo. Esa noche la mujer decidió recogerlo, estaba claro que en la calle no iba a sobrevivir.
La pata se curó sin ninguna secuela, y ahora Galo espera encontrar una familia. Es un gato muy cariñoso, muy expresivo y hablador y le encanta amasar, en cualquier momento se pone a amasar el aire. De su antigua vida solo le queda un piercing en la oreja, tras unas semanas recogido está guapísimo y confiado.
Negativo a enfermedades.
Información básica
  • Sexo: macho
  • Edad: abril 2024