Esta es la historia de Simba.
Apareció hace un año en una urbanización privada en Sevilla, estaba herido, le faltaba un trocito de hocico, cojeaba y estaba muy delgado y muy asustado.
Una persona con corazón lo alimentó y lo cuidó durante 7 meses hasta que se perdió con el ruido de los cohetes la noche de fin de año.
Estuvo perdido hasta Semana Santa, cuando pudieron encontrarlo por fin después de buscarlo durante varios meses.
Estaba muy delgado otra vez, le habían pegado y mordido muchos gatos de una colonia cercana y estaba lleno de pulgas.
Pudieron capturarlo con una jaula trampa y estuvo ingresado una semana.
Ya está castrado y desparasitado, es inmunodeficiente, por lo que necesitaría un rinconcito en el que vivir tranquilo y tomar el sol, que es lo que más le gusta.
En la casa dónde se encuentra está en una habitación desde que salió del veterinario porque la otra gata de la casa le pega.
Simba es un gato muy tranquilo, que se relaciona poco con otros gatos ya que les teme, y que necesita mucho cariño y paciencia.