Querida Lizzy esta publicación te la dedicamos a ti preciosa.

Su historia es tan triste y, por desgracia, muy habitual. Estaba en el Zoosanitario de Sevilla con cuatro meses y cuando la vimos, ya sabíamos que su corta vida había estado llena de penurias. Debido a la mal nutrición que había sufrido en esos cuatro meses (SOLO CUATRO MESES), desarrolló mal sus patas traseras, haciendo que apenas pudiera andar bien.

Esto pasó el 30/10/2015, más de dos años ya. ¿Y por qué sigue con nosotros? No lo sabemos y nos duele que lleve con nosotros tanto tiempo y nadie haya visto lo maravillosa que es.

Su evolución fue increíble. De no poder levantar el culo del suelo, a hacernos correr detrás de ella porque lleva un cubo, un palo enorme o cualquier otro objeto que no debería. Cuando le reñimos porque intenta arrancar un árbol (la muy bruta), por sacar el agua de su cubo o decide reorganizar su jaula y poner las camas en el patio para ver mejor al resto, tenemos que reírnos con ella, es inevitable. Nos pone esa cara de angelito bueno que no podemos más que comérnosla a besos.

Nos ha demostrado ser sociable con cualquier perro que le ponemos, que además ayuda a otros a avanzar, como Valkiria que tiene miedo al ser humano. Lizzy se pone su traje de superheroína y con sus juegos y trastadas, hace que Valkiria se acerque poco a poco a nosotros. ¡No se puede ser más MARAVILLOSA!

Nadie ha preguntado jamás por ella, nadie le ha dado la oportunidad de conocer un hogar, ni cuando fue cachorra, ni cuando fue adolescente y ahora de adulta, aún menos.

Eres nuestra pequeña gran revolución y te prometemos que seguiremos buscándote el hogar que te mereces, no pararemos hasta encontrar esa familia perfecta para ti. Sabemos que por ahí hay alguien que se fijará en esos ojos marrones y verá la dulzura que esconden.