PEQUEÑA MAMÁ GUERRERA

Ayer por la mañana, un chico al llegar a su trabajo en una planta solar se encontró una podenquita que había parido allí al lado de unas tuberias. Con la tormenta y las lluvias tan fuertes de la noche, dos de los cinco cachorros se habían ahogados. Desolador ver como ella no quería dejar a los cachorritos muertos y seguía acunándolos . La pobre madre estaba totalmente cubierta de barro, no queremos pensar la noche que habría pasado intentando salvar a sus cachorros con su cuerpo delgado, que es lo único que tenía, intentándolo mantenerlos calientes a pesar del agua. Y ella, a pesar de tener mucho miedo a las personas y no dejarse tocar, cuando llegaron los trabajadores no se alejó mucho, siempre pendiente de sus cachorros. Su instinto de madre podía más que su miedo y su instinto de huir. Que dura su vida, tener siempre que elegir entre un miedo u otro…

Ella no se dejaba tocar o coger, pero no podíamos dejarla allí, sabíamos que los cachorros supervivientes no superarían otra noche…Así que pusimos a los cachorros en una caja de fruta y los montamos en el coche con la puerta abierta…los cachorros lloraban y 40 minutos después, nuestra mamá valiente, se montó ella sola en el coche para ir con sus hijos, a pesar de todos sus miedos. Esta podenquita es muy joven, quizá sea su primer parto, apenas ha dejado de ser un cachorro ella misma, pero desde luego es toda una MAMÁ CORAJE ¡Olé por ella!

Las llevamos al refugio, y a pesar de estar llenita de arriba abajo de barro seco, no nos atrevimos a bañarla ni a ella ni a los cachorros, porque estaban algo frio, solo limpiamos bien la parte de la barriga y sus tetillas para que pudieran mamar con la zona limpia. Han pasado la noche bien, y amanecieron calentitos y activos, y la mamá, una campeona, ha comido toooodo lo que le pusimos. ¡EMPIEZAN SUS NUEVAS VIDAS!