Abby, junto con Agón, Antón y Alice, eran perros de otra protectora de Huelva. Tras un hecho difícil de explicar, algunos perros desaparecioeron, sin rastro de ellos, por lo que la protectora decidió sacar a todos los perros de allí y Arca Sevilla se hizo cargo de los 4 arriba mencionados.
El terror con el que llegaron es difícil de explicar: sin apartarse de la pared, no miraban a sus rescatadores, no comían, ni buscaban las miradas, totalmente fuera del mundo. Ha costado un par de meses «recuperarlos», Abby es la más confiada, sale ya sin miedo, juega suelta en el campo y se divierte con los voluntarios que la sacan, ya no tiene miedo, pero sigue siendo tímid con quien no conoce. La satisfaccion por su recuperación es infinita, pero aún necesita cierta recuperación para ser una perro feliz completamente.
Abby comparte juegos con Silvert y con Tara, con los que se divierte el tiempo que están fuera.