A este bombón lo recogieron de la calle con unos pocos meses. Lo salvaron de una vida condenada a la miseria, lo llevaron al veterinario para ponerle todas las vacunas e incluso el chip. Vive en esa casa desde hace unos 8 años pero la situación ha cambiado por problemas de salud. Los hijos han marchado de casa, y los padres humanos no lo seguirán teniendo allí.
Este pequeño tuvo un hogar, pero ahora necesita otro, un hogar que lo quiera como realmente se merece y que lo considere parte de la familia, que lo mime y pueda dedicarle tiempo.
No está testado y sólo tiene las primeras vacunas, pero las personas que lo tienen ofrecen pagar los gastos de estas.
Vamos a encontrarle un hogar entre todos.