Afortunadamente con su corta edad ya sabe lo que es tener familia, pero esa vida se termina para ella. Sus humanos se han divorciado y Maggie… es un daño colateral.
Maggie tiene 10 mesecitos, y es una cachorra de lo más zalamera. Mestiza de galgo y podenco, tiene un carácter encantador. Es activa y juguetona, le encanta corretear y hace siempre sus necesidades fuera de casa. Es compatible con perros y con niños, ha estado conviviendo toda su corta vida y en los parques siempre está dispuesta a jugar.
Todas sus vacunas al día y desparasitada. Necesita una familia que le dé la vida que se merece.