Timba sobrevivía en una zona de parcelas de un pueblo sevillano. La persona que la alimentaba, por lo que sabemos, se mudó y empezó a frecuentar diariamente la casa de una chica que colabora con Arca. Al ver que era tan buena, nos trasladó el caso y no pudimos dejarla a su suerte.
Timba es tranquila, cariñosa y muy buena «hermana mayor», ya que está ayudando a que otro de nuestros gatos, Coquito, consiga vencer su timidez y pueda relacionarse con las personas sin problemas.
Es negativa a enfermedades.