Nos llegó un correo informando de que acababan de abandonar a estos dos podencos en un camino cerca de la casa de la persona del aviso y muy cerca también de la autovía. Los habían abandonado allí porque estaban un poco desorientados. Estaban dándole comida y agua, pero los pobres estaban en plena ola de calor y no sabían dónde meterse. Estaban los dos esqueléticos y hambrientos. Se estaban acercando a la carretera y corrían peligro de atropello.
Timón es muy cariñoso, juguetón, comilón, saltarín, en el coche va fantástico y en el veterinario es todo un campeón, se porta de maravilla, está en tratamiento para la leismania, lo que no impide tener una vida plena y feliz rodeado de una familia.