De Jakob llegó el aviso a una de nuestras voluntarias. Lo habían visto varias personas que llevaba varias semanas por un pueblo de Sevilla abandonado, lo habían publicado en redes y animales perdidos por si apareciera el dueño, las únicas personas que le prestaron atención fueron una madre con su hija, que se encontraban en una situación extrema, ya que su perrita estaba muy enferma y no podían quedarse a Jecob. Así llegó a nosotros y empezó a formar parte de esta familia. Ahora él espera que alguien se enamore de él y lo quiera para toda la vida.
Jekob es un cachorro, con un cuerpo y colores peculiares, todo un personaje que enamora y hace reír al que tenga delante, con perros se lleva bien, le encantan el contacto y las caricias humanas.