Kinshasa vivía durante mucho tiempo abandonada junto con su compañero platónico, Luando, cerca de una urbanización. Muchos de los vecinos no los querían allí y les ponían la vida difícil, pero alguien se preocupó por ellos y nos avisó para que, con muchísima paciencia, pudimos rescatarlos. Han debido tener malas experiencias con humanos porque son muy tímidos.
Kinshasa pasó un tiempo en una casa de acogida, donde demostró ser dócil y compatible con gatos. En el refugio, poco a poco empieza a disfrutar de las salidas al patio y la compañía perruna, y muestra cada vez más curiosidad por los voluntarios. Estamos seguros que con tiempo y cariño se convertirá en una gran perra.
Kinshasa ha testado positivo a Leishmania, la tiene controlada con su tratamiento de mantenimiento.
Información básica
- Sexo: hembra
- Edad:
- Tamaño: mediana